Moments piscina
Després del incident d’ahir, he tornat a la piscina. Esta vegada però, lo rato que he estat davall del sol se limite a dos ràpids banys a la piscina. La major part me l’he passat llegint “Dioses Menores” de Terry Pratchett, autor del que us vaig parlar fa poc. Llegia estirat a l’ombra d’un dels arbres de la part de baix, i hi estava tot ficat, però de sobte algú me diu: “ Xeic Mani, cada estiu llegeixes lo mateix llibre!”. Evidentment esta persona estave equivocada i així li ho he demostrat ensenyant-li la data d’edició, febrer 2007. No negaré que tots los llibres que tinc de Pratchett se semblen bastant, lògic, són de la mateixa col·lecció, però no me tornaria a llegir lo mateix llibre quan encara me’n queden 3 o 4 dels publicats en castellà per llegir, ara, quan acaba los tornaré a agafar en força ja que és un humor que no passe mai de moda, com lo de tots los mestres del sentit de la vida. Pues això, que com ha tornat a sortit lo tema us dixo en uns quants extractes més:
Al principio, muchos visitantes lo confundian con las oficinas del Gremio de asesinos, que era el edificio agradable y soleado de al lado (los asesinos siempre tenían mucho dinero). A veces los jovenes bufones, oían a los jóvenes asesinos jugar al otro lado de la pared, y los envidiaban, aunque el numero de voces agudas disminuía considerablemente al final de cada trimestre (los asesinos tenían exámenes competitivos).
Los magos no creen en los dioses, de la misma manera que la mayor parte de la gente no considera necesario creer, por ejemplo, en las mesas. Saben que están ahí, saben que desempeñan un papel en la existencia. Pero comprenden la necesidad de creer, ni de ir por aí diciendo: "Oh gran mesa, sin la cual no somos nada". Sea como sea, uno siempre puede comer con una simple servilleta sobre las rodillas
De hecho, la popular publicación del Gremio de Comerciantes, Bienvenido a Ankh-Morpork, la Ciudad de las Mil Sorpresas, cuenta ahora con toda una sección titulada ¿Así que eres un invasor bárbaro?, con abundantes notas sobre la vida nocturna, las compras típicas que se pueden hacer donde se sirve buena leche de yegua y budín de yak. Más de un vándalo de casco puntiagudo ha regresado a casa a caballo a su gélida yurta, preguntándose por qué se siente mucho más pobre y mucho más propietario de una alfombra mal trenzada, un litro de vino imbebible y un burrito de peluche color púrpura con un sombrero de paja.
Dejando de lado los guisantes y los colchones, a través de los años la pura selección natural había establecido que las familias reales que sobrevivían más eran aquellas cuyos miembors lograban distinguir un asesino en la oscuridad por el ruido que no hacía.
Buencorte reunió cuidadosamente un cierto número de ingredientes caseros y había acercado a ellos una cerilla encendida.Mira que son curiosas las cejas, pensó. Nunca reparas en ellas hasta que te faltan.
- Se puede comer estas setas grandes?
Al principio, muchos visitantes lo confundian con las oficinas del Gremio de asesinos, que era el edificio agradable y soleado de al lado (los asesinos siempre tenían mucho dinero). A veces los jovenes bufones, oían a los jóvenes asesinos jugar al otro lado de la pared, y los envidiaban, aunque el numero de voces agudas disminuía considerablemente al final de cada trimestre (los asesinos tenían exámenes competitivos).
Los magos no creen en los dioses, de la misma manera que la mayor parte de la gente no considera necesario creer, por ejemplo, en las mesas. Saben que están ahí, saben que desempeñan un papel en la existencia. Pero comprenden la necesidad de creer, ni de ir por aí diciendo: "Oh gran mesa, sin la cual no somos nada". Sea como sea, uno siempre puede comer con una simple servilleta sobre las rodillas
De hecho, la popular publicación del Gremio de Comerciantes, Bienvenido a Ankh-Morpork, la Ciudad de las Mil Sorpresas, cuenta ahora con toda una sección titulada ¿Así que eres un invasor bárbaro?, con abundantes notas sobre la vida nocturna, las compras típicas que se pueden hacer donde se sirve buena leche de yegua y budín de yak. Más de un vándalo de casco puntiagudo ha regresado a casa a caballo a su gélida yurta, preguntándose por qué se siente mucho más pobre y mucho más propietario de una alfombra mal trenzada, un litro de vino imbebible y un burrito de peluche color púrpura con un sombrero de paja.
Dejando de lado los guisantes y los colchones, a través de los años la pura selección natural había establecido que las familias reales que sobrevivían más eran aquellas cuyos miembors lograban distinguir un asesino en la oscuridad por el ruido que no hacía.
Buencorte reunió cuidadosamente un cierto número de ingredientes caseros y había acercado a ellos una cerilla encendida.Mira que son curiosas las cejas, pensó. Nunca reparas en ellas hasta que te faltan.
- Se puede comer estas setas grandes?
- No, de ninguna manera.
- ¿Por què? ¿Las láminas no tienen el tono amarillento adecuado?
- No, no es eso...
- ¿Quizá el pie no tiene la textura adecuada, entonces?
- La verdad es que parece correcto.
- Se trata sin duda del sombrero, sin duda su color no es bueno.
- De eso no estoy seguro.- ¿Y por que no podemos comerlas?
- Por las puertecitas y las ventanas...
Extractes agafats de Pon's blog. He de començar a ficar marcadors als meus llibres...
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